Hola buenas, mi historia es un poco larga, pero intentaré resumirla lo más breve posible. Hace cosa de tres años conocí por Tuenti a Iván, mi ex novio. Él vive en Valladolid y yo en Valencia, yo tengo familia en Valladolid y voy bastantes veces allí. El caso es que me enamoré locamente de este chico, y empecé a salir con él sin darle importancia a la distancia que nos separaba ni a su fama de "mujeriego". Mucha gente que le conocía muy bien intentó advertirme de que era el típico que tonteaba con todas y que cada fin de semana se liaba con una diferente, pero no hice caso a ninguna advertencia y empecé a salir con él. El caso es que los problemas empezaron nada más comenzar la relación, pues él continuaba siendo aquel mujeriego, pero se aprovechaba del amor que sentía por él para pedirme favores y sacarme cosas como dinero, ropa, comida, etc. A pesar de que sabía que me engañaba, yo aguanté todo, todo eso y más porque le amaba demasiado, a pesar de que todo el tiempo sufría. Iván nunca me quiso de verdad, solo me pedía favores y la mayoría de veces discutíamos todo el tiempo, me decía que era una niña de mamá, que nunca llegaría a nada, etc. Así aguanté tres años de relación con este chico. La historia comienza cuando un día, acompañando a Iván a un sitio, conocí a uno de sus amigos, Cristian. Yo nunca me llevé muy bien con los amigos de mi ex, la mayoría de ellos eran como él, unos mujeriegos que solo pensaban en salir de fiesta y llevarse alguna tía a la cama, además, siempre que Iván y yo discutíamos, los muy necios, se ponían de su parte, dejándolo a él como un "santito" y a mí como la 'mala de la película'. Pero cuando conocí a Cristian, fue diferente. Fue el único con el cual, desde el primer momento,conecté genial. El caso es que empezamos a llevarnos tan bien, que cada vez que Iván me preguntaba que si quería que quedásemos con alguien, le decía que quedásemos con Cristian, pues era con el que mejor me llevaba de todos.La cosa es que por una cosa o por otra, Iván y yo siempre discutíamos, y en la mayoría de discusiones, estaba Cristian presente, el cual siempre se ponía de mi parte, y nunca permitió que Iván me hiciera daño, ni me levantara la voz. Me consolaba siempre, me abrazaba cuando lloraba por él, me decía que no merecía la pena que llorara por Iván, que no me sabía valorar, que había alguien muy cerca mío que si me quería y si sabría valorarme como yo lo merecía. Me encantaba como Cristian me aconsejaba una y otra vez, a pesar de que yo nunca quise hacer caso de sus consejos, porque amaba demasiado a Iván como para dejarle, me gustaba saber que había alguien que se preocupaba por mí. Mucha gente me había dejado de hablar por no querer escucharles, y aunque sabía que tenían razón, no lo quería admitir. Estaba tan enamorada de Iván que seguía empeñada en luchar por su "amor". El caso es que un día, que estabámos de fiesta los tres juntos, Cristian, Iván y yo, una amiga mía se acopló con nosotros porque quería liarse con Cristian. Pero él no la hacía mucho caso, estaba todo el tiempo detrás mío diciéndome lo guapa que soy, haciéndome cosquillas, cogièndome en brazos (¡Siempre lo hacía, delante de Iván, y cuando Iván le decía algo le contestaba "Cállate, yo la trataría mejor qur tú".) El caso es que mi amiga se enfadó conmigo, me dijo que Cristian no la había hecho ni caso en toda la tarde porque estaba todo el tiempo pendiente de mí y que estaba clarisímo que a Cristian le gustaba yo. A mí me hizo muchísima gracia, tanta que se lo conté a Cristian. Él se quedó callado un rato, pero al final acabó riéndose también y me dijo que si no se había liado con mi amiga era porque no le gustaba, no era su tipo. Pero al final, mi amiga se salió con la suya y consiguió liarse con él, gracias al achol y que le "calentó la bragueta". El problema vino después, mi amiga quiso que fueran novios y Cristian la contestó que no, que solo había sido un calentón y que no quería nada con ella, entonces mi amiga empezó a gritarle y decirle de todo y ahí tuve que intervenir yo para decirle que se estaba pasando, que si Cristian no quería nada con ella, no podía obligarle. La cosa es que ella se enfadó y se fue a su casa. Cristian me abrazó y me dio las gracias por haberle defendido. Iván nos vio y nos gritó que ya estaba cansando de tanto abrazito y tanta tontería, que si había algo entre nosotros, que si yo era muy "cariñosita" con mis amigos (porque yo soy bastante cariñosa y cada vez que veo a algún amigo o amiga le abrazo) y se puso a gritarme. Yo, cansada de sus humillaciones, decidí buscar a mi primo y contarle lo que había pasado. El caso es que mi primo le dijo a Iván que me dejara en paz, que no tenía ningún derecho a decirme nada ni a exigirme nada. Iván empezó de nuevo a insultarme, a decirme que no sabía defenderme sola,que era una niñata... lo que me decía siempre, pero aquella vez se pasó. Me gritó más que nunca. Hasta intentó empujarme y levantarme la mano. Por fortuna, ahí estaba Cristian, quien se pusó por delante para evitar que Iván me agrediera. No era la primera vez que Cristian me defendía de él, pero aquella vez Iván se pasó más que nunca. Yo me fui corriendo a lágrima viva, muerta de miedo. Cristian vino detrás mío, como siempre, me abrazó, me secó las lágrimas y me dijo "Eva, no llores por ese imbécil, ya es hora de que te des cuenta de que has sido una tonta estos tres años". Yo, como estaba enfadada y de mala leche, le contesté de mala manera y ahí fue cuando me dijo "Estoy cansando de consolarte, de aconsejarte y de que pases de mí como lo haces con todo el puto mundo, alla tú, sigue siendo una gilipollas". Entonces,Cristian y yo dejamos de hablarnos. Aunque me jodió, mi orgullo me impidió arreglar las cosas con él.Una semana después de la pelea,volví a quedar con Iván y le llamó, pues quería pedirle un favor. Cuando le vi, agaché la cabeza, por vergüenza, pensando que no me iba a dirigir la palabra. Pero me equivoqué, pues se acercó a mí y me dio dos besos, me abrazó y me levantó en el aire, como siempre hacía, y estuvo toda la tarde jugando conmigo y gastándome bromas. Yo me fui súper contenta a casa, pensando que habíamos hecho las paces. Incluso cuando llegé a casa, hice una cosa que me cuesta mucho hacer. Llamarle para pedirle perdón, para decirle que estaba dispuesta a escuchar lo que me quisiera decir aquel día y que estaba todo olvidado, que le quería y apreciaba mucho y ko quería perder su amistad. Pero cuando le llamé, me dijo que él no había olvidado lo que había pasado y que era mejor que cada uno siguiera por su camino, que el abrazo que me había dado había sido un abrazo de despedida para poder alejarse de mí. Yo no entendí nada, pero decidí no insistir más. Encima de que me había tragado mi orgullo, por primera vez en mi vida, me contestaba así. Ni tan siquiera por Iván fui capaz de tragármelo. El caso es que en Navidades, Iván me volvió a dejar (ya lo había hecho más veces, y siempre volvía como una tonta). Una vez más, yo me quedé destrozada, pero aún así, ¡lo seguía amando! Mi estupidez y mi amor no tenían límites. Fue entonces cuando me llegó un WhatsApp de Cristian, se había enterado de que Iván me había dejado y quería saber que tal estaba después de todo, pues recientemente un familiar mío había fallecido, me pidió perdón por no haberme dado el pésame antes. Le contesté que no se preocupara, que entendía que estaba cabreado conmigo. Empezamos a hablar día tras día, incluso me llamaba todas las noches. Me encantaba hablar con él, me decía unas cosas preciosas como "Eres una preciosidad de mujer, tanto por dentro como por fuera" y cosas así. Me pasó un montón de conversaciones y pruebas de las infidelidades de Iván y entonces,por fin, empecé a abrir los ojos y a darme cuenta de lo imbécil que había sido al despedirciar tres años de mi vida llorando por un gilipollas, el cual solo había jugado conmigo y mis sentimientos. Poco a poco, el amor que sentía por Iván fue disminuyendo. Cuando hablaba con Cristian, me sentía súper a gusto, me hacía reír, y además me encantaba como me hablaba, ver como se preocupuba por mí, eso me gustaba. Poco a poco me daba cuenta de que sentía algo por Cristian , ¡no podía ser! ME ESTABA ENAMORANDO, OTRA VEZ. Pero no lo quería admitir. Hasta que un día, Iván me volvió a llamar, jurándome que me amaba, que aunque estuviera con otra persona pensaba en mí todo el tiempo y bla, bla, bla. Pero yo sabía que todo eso era mentira, que lo único que quería era seguirme manipulando como una idiota. Yo cansada, le mandé a la mierda y le dije que se olvidara de mì, que estaba cansada de sus mentiras y manipulaciones. Empezó a insultarme, le colgé y bloquéé en todo. Llamé a Cristian llorando y le conté lo que había pasado. Fue entonces cuando me dijo : "Así que ya no sientes nada por Iván... Pues por fin puedo decirte algo que llevaba dos años queriéndote decir... Te quiero Eva, estoy enamorado de ti". Cuando me dijo eso, me empezó a latir el corazón a mil por hora, y entonces confirmé lo que ya sabía, pero no me atrevía a admitir. Me había enamorado de Cristian.
Cristian me explicó que siempre había sentido algo por mí, desde el principio que me vio. Admitió que al principio solo sentía atracción, pero que con el tiempo, cuando veía como trataba a Iván, cuando empezó a ver lo buena y dulce que soy, empezó a enamorarse de mí y que llevava dos años queriéndome en silencio.
Entonces yo le confesé que estaba empezando a sentir algo por él, que le quería, que estaba enamorándome de él.

Todo iba genial entre nosotros, todavía no estabámos saliendo, porque le dije que necesitaba algo de tiempo antes de empezar una relación, pero no podíamos evitar decirnos lo mucho que nos queríamos.

Pero pronto empezaron los problemas. Mi amiga (la que se lió con él) me llamó golfa, puta, roba novios..Y mi ex por supuesto, también nos insultó.

Cristian y yo empezamos a discutir, yo le he dicho ciertas cosas y le he mentido en varias ocasiones y ahora estamos súper distanciados... Ya casi no hablamos y ahora me dice que ya no sabe lo que siente por mí, y yo ya no sé que pensar, ni que creer. Solo sé que ahora le amo, que quiero que volvamos a estar como antes, que me duele que estemos distanciados y sé que mucha de la culpa es mía por comportarme como una niñata estúpida, y lo peor de todo es la distancia que nos separa. Estas Pascuas he estado en Valladolid, pero por unas cosas o por otras al final no le he vuelto a ver y hasta verano no vuelvo.
¿Qué hago?